domingo, 19 de diciembre de 2010

Funciones de la escuela

Hola Carolina,
Aquí está mi carta como te prometí, ya llevo dos meses en Kabul desde que nos mudamos por motivos laborales de mi padre. Echo de menos mi vida en Alzira, a vosotras, al barrio, la escuela, y sí, digo la escuela, porque aquí es muy diferente a la nuestra.
¿Te acuerdas de que mi clase preferida era Educación Física?, ¿y  aquellos juegos del profe Francesc, en los que participábamos todos y nos los pasábamos genial? Nos poníamos el pantalón corto, y ¡a correr!  Competíamos todos por igual, aprendíamos  y siempre nos reíamos mucho. Incluso a veces nos dejaba proponer juegos.
 Ahora nada de eso existe aquí. El profe Sayid nos limita mucho. Siempre nos divide en dos  grupos, los chicos por un lado, y las chicas por otro, además nos exige actividades diferentes. Hoy mismo, a los chicos los ha puesto a jugar a futbol, y a las chicas a voleibol, obligatoriamente. He ido a hablar con él, porque prefería jugar a futbol. Ha empezado a reñirme y a decir que el futbol es cosa de chicos y que a mí, como soy una chica, me tocaba voleibol con las demás.
Ahora es verano y hace bastante calor, pero en las clases de Educación Física a las chicas no nos dejan llevar pantalones cortos, ¡y a ellos sí!.
Me está costando adaptarme, no los entiendo cuando hablan, el idioma es dificilísimo y la cultura es totalmente distinta a la nuestra.
Dentro de pocos días celebro mi décimo cuarto cumpleaños y os voy a echar mucho de menos.
Espero que nos veamos este verano.  
                                                                                              Isabel

En este relato he tratado la función de disminuir las diferencias sociales, mediante la comparación de dos sociedades y como en una se discrimina el hecho del sexo. La historia sucede en el país de Afganistán, en el que la cultura, el idioma, la mentalidad y las costumbres son muy diferentes.
He inventado la historia de una niña de 14 años llamada Isabel que vive en Alzira, la cual se ve forzada a cambiar de país con motivo de un cambio en el puesto de trabajo de su padre. Por medio de esta carta, Isabel le cuenta a su mejor amiga cómo está en su nueva ciudad y en concreto, en su nueva escuela.
A pesar de ser una adolescente se da cuenta de la diferencia de trato por razón del sexo que hace el profesor de Educación Física al no dejarles practicar los mismos deportes o al impedirles vestir con pantalón corto.